Vinagres
Por Chef Christian Lima
Desde aderezo hasta limpiador de uso doméstico, el vinagre tiene múltiples beneficios dentro y fuera de la cocina. Es un fermento fácil de elaborar, ya que se obtiene naturalmente cuando el alcohol es expuesto al aire y sufre un proceso de oxidación que genera un ácido.
En la superficie del alcohol vive un género de bacteria llamado acetobacter. Cuando se elabora un vinagre, durante los primeros días la turbulencia de la superficie no permite que el acetobacter se reproduzca, pero al mantenerse en la superficie más estable, la bacteria comenzará a reproducirse y convertirá el ácido acético en vinagre.
Prepara el tuyo
Ingredientes:
250 ml de vinagre sin pasteurizar, vinagre vivo
1 l de sidra de manzana
2 manzanas
Preparación:
1. En un recipiente de cristal esterilizado coloca el vinagre vivo y añade la sidra de manzana.
2. Corta las manzanas en cuartos sin quitar la piel y retira las semillas.
3. Cubre con un paño de tela y asegúralo con una cuerda.
4. Colócalo en un lugar oscuro por dos semanas.
5. Retira con mucho cuidado las manzanas y deja reposar una semana más.
6. Una vez que se forme una película sobre tu vinagre tendrás un elemento vivo que te permitirá seguir produciendo vinagre.
7. Puedes embotellar el vinagre y agregar la cantidad de agua que sustituirá al vinagre que tomas del fermento.
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